Más de 50 años después de su ejecución, Salvador Puig Antich ha sido oficialmente reconocido como víctima del franquismo. El Gobierno español ha declarado nula la sentencia que condenó a muerte a este joven activista antifranquista, poniendo de manifiesto la injusticia cometida durante la dictadura.
El Gobierno español ha dado un paso histórico al reconocer oficialmente a Salvador Puig Antich como víctima de la dictadura franquista. En un emotivo acto, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, entregó a la familia de Puig Antich una declaración de reconocimiento y reparación en la que se condena la sentencia y el tribunal que lo juzgaron, y se declara su nulidad.
Salvador Puig Antich, un joven activista antifranquista, fue ejecutado en 1974, a la edad de 25 años, mediante garrote vil. Su caso generó una enorme indignación a nivel tanto nacional como internacional, pero la dictadura hizo caso omiso de las protestas y llevó a cabo la ejecución.
Con esta declaración, el Gobierno español reconoce la injusticia cometida y repara el daño causado a Puig Antich y a su familia. El ministro Torres ha destacado que la democracia española tiene el deber de reconocer y reparar a las víctimas de la dictadura y que este acto es un paso fundamental para completar ese proceso.
La familia Puig Antich, que ha luchado durante décadas por la justicia, ha recibido con profunda emoción este reconocimiento. Inmaculada Puig Antich, hermana de Salvador, ha expresado su agradecimiento al Gobierno y ha señalado que este acto representa un triunfo para la dignidad de su hermano.
La declaración de reconocimiento y reparación se basa en la Ley de Memoria Democrática, que reconoce como víctimas a todas las personas que sufrieron daños durante la dictadura franquista y los primeros años de la transición. Esta ley establece el principio de verdad, justicia, reparación y no repetición, y obliga al Estado a investigar y reparar las violaciones de los derechos humanos cometidas durante aquel periodo.
Con este acto, el Gobierno español reafirma su compromiso con la memoria histórica y con la lucha contra la impunidad. El reconocimiento oficial de Salvador Puig Antich como víctima del franquismo es un paso importante para cerrar las heridas del pasado y construir una sociedad más justa y democrática.
Este reconocimiento también tiene un importante valor simbólico, ya que Puig Antich se convirtió en un icono de la lucha antifranquista y su caso sigue siendo un referente para las nuevas generaciones. La declaración del Gobierno español contribuye a mantener viva su memoria y a garantizar que las atrocidades cometidas durante la dictadura no caigan en el olvido.